Buscar la lógica
Siempre tengo costumbre de buscar la lógica en todo lo que pasa. No puedo evitar pasar por la mente y analizar todo lo que sucede a mi alrededor en vez de simplemente sentirlo en el cuerpo. ¿Te ha pasado?
Llevo muy mal sentir que todo va bien y luego ver reflejado en una hoja de papel que parece que no va tan bien. Entonces es cuando el uso de la mente y la lógica de mi cabeza entran en funcionamiento. Si hago esto que es lo que hice la última vez que los resultados en papel salieron mejor, saldrá mejor la siguiente. Nada más lejos de la realidad, no es tan sencillo.
Y entonces entran en juego esas dos partes que hay dentro de mí. La que se va a poner en plan catastrofista y me va a contar que todo va ir mal, que nada sirve, que todo esfuerzo es igual a la nada; y la parte que me va a decir que pase de todo y me deje llevar por lo que mi cuerpo me dice porque todo está bien.
Como puedes observar son dos opciones totalmente opuestas, difícil de integrar y negociar para que ambas ganen. A mí, que si hay algo que más me gusta es negociar para que dos partes siempre saquen algo y no pierda una sobre la otra. Pues aquí no hay negociación que valga. Esto es lo que hay, así que decide qué camino quieres seguir.
Ah! Espera que no te he contado que además tome la decisión que tome siempre dudo de haber tomado la decisión correcta. Llevo toda mi vida intentando convivir con esta parte de mí, a veces es más fácil y otras algo más complicado. Hay veces que después de tomarla siento que he hecho bien y otras en que pienso que la he cagado mucho. Aún me acuerdo de la de veces que me he oído decir “otra vez me he vuelto a equivocar de carrera”.
Todo esto para decirte que estoy en un momento vital dónde creo que he encontrado mi camino, el lugar por el que tengo que caminar, aunque la vida se encabezone en decirme lo contrario.